Declaración del Vicepresidente Joe Biden en el tercer aniversario del huracán María
Hace tres años, el huracán María devastó a Puerto Rico, costando miles de vidas y destruyendo los hogares y las esperanzas de millones de estadounidenses. Tras la tormenta, la situación empeoró cuando muchos en la isla quedaron, sin electricidad, comida o agua, esperando por una ayuda que nunca llegó. Hoy, después de años de adversidad, miles siguen viviendo bajo toldos azules. Los niños siguen teniendo pesadillas, mientras las secuelas siguen persiguiendo a los sobrevivientes. Y una economía aún destruida ha forzado a muchos a dejar la isla y a sus familias.
Jill y yo nos unimos a cada estadounidense que está lamentando la inmensa pérdida de Puerto Rico, y honramos la fuerza y resiliencia que ha sostenido a muchos durante estos años difíciles.
El presidente y su administración sólo han empeorado el sufrimiento tras años de abandono y desprecio hacia Puerto Rico. Mientras familias y comunidades se unen, Donald Trump mintió sobre la asistencia, bloqueó la ayuda y se burló de los sobrevivientes. Trump culpó a la isla por las pérdidas. La manera en la cual Donald Trump falló después de María fue un precursor a su respuesta al COVID-19: falló al preparar el país, falló en responder como un presidente y falló en proteger a los ciudadanos estadounidenses.
Todos nos merecemos algo mejor. Puerto Rico y los puertorriqueños merecen algo mejor. No hay lugar en los Estados Unidos para tratar a ninguno de nuestros ciudadanos como segunda clase.
Como presidente, tendré un plan para cada estadounidense, incluyendo los tres millones en la isla. Me aseguraré de que proveeremos, no sólo el alivio para desastres que tanto ha tardado, sino también un plan para la recuperación, respuesta y renovación. Lucharé también por los puertorriqueños en Estados Unidos, con una estrategia detallada para mantener el COVID-19 bajo control, proteger y expandir el acceso al cuidado de salud, y reconstruir una mejor economía, creando millones de trabajos bien remunerados.
En este aniversario, no es suficiente con recordar la devastación causada por María, necesitamos actuar para asegurarnos que algo así no vuelva a pasar y que Puerto Rico siempre tenga la total dignidad y respeto que se merece.